jueves, 5 de julio de 2012

La Cenicienta

Jojo volví luego de tanto tiempo (aunque es lo mas probable que nadie me extrañara u.uUU) ps! por fin salí de vacaciones 8D y no me despegare del computador en dos largas semanas -_- pero la verdadera razón por la que estoy aquí(? es porque quería poner uno de mis fics aquí... y si es que alguien lo ve que lo comente porfis :D es de mi Oc de Inazuma Eleven, también aparecen los Oc's de mis amigos ah! y los mas importante es una parodia de la Cenicienta xD quedo un poco rara y se desvía un poco de la versión original pero tenia que hacerla encajar con las personalidades de mis personajes ^^U bueno aquí va:
La Cenicienta

Mientras esto ocurría, Mitsuki estaba durmiendo tranquilamente en su carpa junto a Megu, Akane y Tepuu, pero, al igual que Josuke, Kyoko, Kidou, Megu y Tokemo estaba teniendo un sueño algo extraño, este era su sueño.
En un reino lejano había un joven príncipe, de unos 22 años, cabalgaba por los patios traseros de su gran palacio, su pelo verde oscuro era despeinado por las típicas brisas de verano y sus ojos verde musgo, iguales a los de su fallecida madre relucían con el sol, o al menos así lo describían las muchachas del reino, todas sentían una “ligera obsesión” por él, era el hombre mas codiciado en todo el reino, seguido de sus hermano menor por un año, Masaru. Josuke, como se llamaba el príncipe no estaba interesado en el amor, solo le interesaban sus adorados caballos, esto preocupaba a su padre, ya que no quería que su querido hijo se quedara solo.
-¿Cuánto tiempo planeas pasar con tus caballos?- le reclamo el rey Yuu un día en el establo del palacio
-el resto de mi vida- comento tajantemente Josuke con una sonrisa irónica en su rostro
- a tu edad sería apropiado que te casaras- insistió el rubio
-¿Quién decide lo que es apropiado?- se quejo el ojiverde
-yo, pues soy el rey- respondió Yuu
- pues estoy ansioso por ser el rey para cambiar eso- continúo sonriendo el peli verde, sujeto las riendas de su caballo negro, últimamente su favorito y salió disparado hacia los campos
-¿Qué harás con él, papá?- pregunto el príncipe Masaru
-deberíamos organizar un desfile para el pueblo, tal vez así vea a una chica que llame su atención- sonrió el rey contento con su idea.
Esa noticia recorrió todo el reino en cosa de minutos, todas las chicas del reino, de la mas joven a la que sobrepasaba los 60 años y seguían solteras, se preparaban para la visita del príncipe, bueno, todas menos una chica, una chica que a sus ojos no tenía nada de especial y que solo le preocupaban sus libros de una saga llamada Pokemon, su pelo violeta y lacio pasaba la mayor parte del tiempo recogido en un tomate y su chasquilla tapaba la mitad de su ojo izquierdo, sus ojos purpuras dejaban ver algunas lagrimas de vez en cuando, pero solo ella sabia porque, y no estaba dispuesta a decírselo a nadie.
-¿Por qué tanto alboroto por el príncipe ese?- pregunto la chica cuyo nombre era Mitsuki a sus hermanas mientras ellas se arreglaban entusiasmadas
-¿Por qué?- repitió Akane- ¿acaso no lo has visto?-pregunto frunciendo el ceño y pintando sus labios de rosa
-no, y tu tampoco- sonrió burlona Mitsuki
-vamos Mitsuki, tienes que arreglarte un poco- sugirió Kanade y le puso rubor en sus mejillas
-estoy bien así- se quejo Mitsuki y aparto las manos de su hermana
-vamos Mitsuki, si sigues vistiéndote así, y sin maquillarte no conseguirás novio y acabaras solterona- se rio Akane y Kanade le hiso coro
-primero, no me interesa conseguir novio, segundo, no tiene nada de malo como me visto- exclamo la peli violeta y salió de la habitación mientras sus hermanas se reían y burlaban, pero ella no hiso caso, hace tiempo se había acostumbrado a sus malos tratos y ya no le afectaban.
-¿Qué le verán al tan nombrado príncipe?- se preguntaba la ojipurpura repetidas veces sentada en el sillón de la sala de estar, hasta que sus pensamientos fueron interrumpidos por un gran alboroto fuera de su casa seguido de los gritos de sus hermanas “esta aquí, está aquí” y un fuerte portazo, Mitsuki adivino de qué se trataba y salió a la calle para comprobar su teoría, y tal y como ella pensaba, el dichoso príncipe Josuke estaba pasando fuera de su casa, al verlo Mitsuki se volvió a preguntar ¿qué le ven? De pronto se vio a si misma siguiéndolo por mera curiosidad, lo siguió a él y a su caballo donde estaba montado, parecía fastidiado y aburrido y, al contrario de su padre y su hermano que saludaban jubilosamente a la gente alrededor, él no mostraba mucho interés si quiera en saludar ¿Qué le verán? Volvió a preguntar Mitsuki, y obsesionada por responder su pregunta continuo siguiéndolo por innumerables calles, hasta que una confusión detuvo al príncipe y sus seguidores, un niño paso corriendo delante del caballo del príncipe el cual se altero y comenzó a saltar, Josuke bajo de su atolondrado caballo y lo tranquilizo con algo de dificultad, el niño había caído al suelo por el susto pero a nadie parecía importarle, Mitsuki indignada por la actitud del pueblo y la realeza se acerco al niño para consolarlo, y casi al mismo tiempo Josuke exclamo
-Hey tu niño, deberías fijarte antes de cruzar así la calle, asustaste a mi caballo- frunció el ceño
-l-lo lamento- agacho la cabeza el niño, Mitsuki frunció el ceño y se paro frente a el
-no lo regañe así, el perseguía a su gallina que se había escapado- y así había sido, nadie, solo Mitsuki, se habían percatado de que el niño llevaba una gallina en los brazos durante todo el camino y se le había escapado producto de un empujón
- pu-pues debería sujetarla mejor- respondió Josuke  incomodo por la intervención de  la misteriosa chica- además… asusto a mi caballo, podría haber salido corriendo como un rayo y quizás se hubiera lastimado o no podría haberlo encontrado- al oír esto Mitsuki coloco sus manos en la cintura y miro completamente indignada hacia el príncipe
-¿será que al príncipe le importa mas la seguridad de su caballo que la de uno de sus súbditos?- pregunto con el ceño fruncido, toda la gente a su alrededor exclamo sorprendida, Josuke sintió como toda la gente murmuraba a su alrededor y Mitsuki también las oía  “es cierto, el príncipe no se preocupo por el niño” o “¿Cómo se atreve esa chica a hablarle así al príncipe?” Josuke, con sus mejillas llenas de rubor, miro a la chica a los ojos y una pregunta surgió en su mente ¿Por qué esa chica tiene tanto dolor en sus ojos?
-bueno, bueno- se bajo Yuu de su caballo y calmo el alboroto que se había producido- ya basta de tanto escándalo- sonrió y luego murmuro a Josuke- subete al caballo- Josuke obedeció de inmediato- sigamos con el desfile ¿si?- sugirió el hombre y todos aplaudieron.
El desfile continúo pero Mitsuki no lo siguió, se quedo ahí parada observando como el príncipe se alejaba en su amado caballo, después de ver los ojos del príncipe la respuesta había sido contestada  ¿Qué le ven? Bueno, es un príncipe ¿no? Esa sería la respuesta mas obvia, pero la respuesta de Mitsuki había sido otra, aunque ella aun no lo sabía con exactitud.
Por otro lado, Josuke iba sobre su caballo algo avergonzado por lo recién ocurrido, pero, aparte de lo incomoda de la situación, no podía dejar de pensar en la chica que había aparecido de la nada, tenía su imagen grabada en la mente y no se libraría de ella fácilmente
-¿Cómo se atrevió esa chica a hablarte así?, hay que tener valor- sonrió Masaru ya en el palacio
- sí, fue bastante fascinante- sonrió el rey
-¿fascinante?- repitió el pelo castaño
- encontrar una chica con suficiente carácter para enfrentarse a alguien superior es difícil-
-si, es única-suspiro Josuke- pero, no me siento superior a ella, porque, tuvo mas carácter que yo al enfrentárseme… y la verdad no supe que responder, entonces, ¿no sería ella superior a mi?- pregunto el peli verde mirando el techo, su padre y su hermano lo miraron intrigados
-¿sucede algo hijo?- pregunto el rey
- ¿recuerdas el baile que harás esta noche por el aniversario de matrimonio tuyo y de mamá? Deberías invitar a la gente del pueblo, a todos, sin falta- sugirió el peli verde y se puso de pie
-¿para qué?- pregunto Masaru, pero Yuu lo interrumpió
-excelente idea-exclamo y dio una palmada a la espalda de su primogénito, este, sonrió y salió de la habitación directo a los establos, no había lugar donde se sintiera mas cómodo, al llegar, se paro frente al caballo que había usado esa tarde, de nuevo la imagen de la misteriosa chica apareció en su mente, quería verla de nuevo, según él para preguntarle ¿Por qué hay tanto dolor en tus ojos? Pero en el fondo, él sabía que esa no era la única razón para verla de nuevo.
Mientras esto ocurría, Mitsuki estaba sentada en el sillón de su casa mirando el techo, no podía dejar de pensar en el príncipe, y eso la hacía decepcionarse de sí misma “¿me he vuelto una mas del montón que está obsesionada por el príncipe?” se preguntaba “no, claro que no” trataba de convencerse, pero segundos después volvía a preguntarse lo mismo
-ya basta Mitsuki, basta de pensar en ese… ese… tipo arrogante que solo le importa su caballo- se dijo a sí misma y se cruzo de brazos poco convencida
-¿Qué tipo?- pregunto una ratita de color rosa mientras hacía señas para que Mitsuki la entendiera
-oh, Megu, ¿quieres saber de quién hablo? Pues de un tipo que solo se interesa por el bienestar de sus caballos, y ni siquiera se interesa por lo que la haya ocurrido a sus súbditos- se quejo la ojipurpura con su amiga ratita- pero… la verdad él era muy apuesto- se sonrojo y la ratita sonrió
-¿Es el príncipe?- pregunto nuevamente con señas
-si, hablo de él…-murmuro la peli violeta
-entonces, lo fuiste a ver- sonrió la ratita
-si… bueno la verdad nunca me han interesado mucho esas cosas, así que no preste mucha atención- mintió Mitsuki
-¿y el príncipe Masaru? Tu amiga humana Tepuu dijo que era muy lindo- comento Megu pero Mitsuki no le hiso caso y miro hacia la ventana, Megu algo molesta toco repetidamente su mano hasta que Mitsuki la miro- no sueñes despierta cuando te estoy hablando- se quejo la ratita rosa
-lo lamento, Megu- suspiro la peli violeta, dejo a Megu en el sillón y se puso de pie- voy a descansar un poco- dicho esto se fue, Megu suspiro
-Maktaku Mitsu-chan ¿Cuándo te desharás del dolor que reflejas en tus ojos?- comento al aire la ratita algo entristecida
-¡ah! Una rata- grito Kanade y Megu salió corriendo luego de caer del sofá.
Mitsuki, en su habitación estaba echada sobre su cama con la cabeza hundida en la almohada y con sus ojos llenos de lágrimas, hoy era un día triste para ella, y solo recién lo había recordado
-onii-chan… ¿Cuándo volveré a verte?, Akane y Kanade se han vuelto muy molestas, y viven humillándome, además ya no veo a papá, y nuestra madrastra es un horror… me siento tan sola onii-chan- comento entre lagrimas- necesito a alguien que me haga compañía… tu… desde donde quiera que estés, ¿puedes enviarme a alguien? Por favor, onii-chan- ese era el dolor de Mitsuki, se sentía muy sola, a pesar de que tenía varios amigos ratones y pájaros, no podía conversar libremente con ellos, y pasaba gran parte del día sola limpiando, antes, años atrás solía pasar los días con su primo Kidou, o como ella lo llamaba “onii-chan” pero luego de un trágico accidente desapareció, y nadie lo ha vuelto a ver, pero Mitsuki jamás se lo diría a nadie
-emm… Mitsuki…- murmuro una ratita de color café claro- ¿no iras al baile de esta noche?- pregunto está haciendo señas junto a Megu
-Hikari… ¿baile? ¿Qué baile?- pregunto la peli violeta levantando su cabeza de la almohada
-ya todo el reino lo sabe, el rey hará un baile y están todos invitados- exclamo Megu olvidándose de que Mitsuki no la entendía y luego lo repitió en señas
-ya veo, pero ¿para qué quiero ir yo a un baile?- pregunto Mitsuki poco interesada
-cierto, los bailes son muy… fomes- se quejo una ratita de color morado claro
-Yukiru no seas amargada- la regaño Hikari
-para ir a ver al príncipe- dijo Megu con señas
-¿al príncipe?- repitió Mitsuki- bueno, si lo vuelvo a ver… es posible que deje de pensar en él ¿no?- pregunto y las ratitas asintieron- pero… no tengo nada que ponerme-
-¡eso déjanoslo a nosotras!- exclamaron con señas todas las ratitas y salieron corriendo en sus cuatro patas, y luego de pasar por algunas calles llegaron a una casa bastante humilde, en ella vieron a una chica de pelo rojo, largo y sujetado en un moño con ojos azules, uno de ellos cubierto por un flequillo, al ver a las ratitas sonrió
-chicas, hola, ¿Qué les trae por aquí?- les pregunto, entonces lasa ratitas comenzaron a hacer señas que apenas de podían entender- ¿un vestido? ¿Para Mitsuki? ¿Irá al baile? ¡Genial! – exclamo Tepuu cuando pudo entender las señas – con gusto le hare un vestido- les aseguro, las ratitas le agradecieron y se quedaron el resto de la tarde ahí esperando a que Tepuu terminara el vestido, el cual resulto ser simple, pero hermoso, era morado, combinaba bien con el pelo de Mitsuki y tenia uno que otro detalle negro
-¿creen que le guste?-pregunto Tepuu terminado su trabajo
-¡si!- asintieron las ratitas al ver el vestido
-bueno, hay que llevárselo- sonrió Tepuu
-wow, Tepuu es muy lindo- exclamo Mitsuki al ver el vestido
-qué bueno que te haya gustado- sonrió Tepuu algo avergonzada- y estoy feliz de que vallas al baile-
-si… emm… fue idea de las ratitas- sonrió Mitsuki y recibió el vestido
-bueno, nos vemos allá- se despidió Tepuu y se fue, Mitsuki cerró la puerta y contemplo el vestido, cuando de repente alguien se lo arrebato, era la madrastra, una mujer con varios rasgos de hombre y que traía puesto un colgante que decía “Kazuma” (Explicación: para los que no sepan, Kazuma originalmente es hombre y es el capitán del equipo de la academia Nazo)
-Ka-Kazuma-sama- exclamo Mitsuki sorprendida
-¿ven esto niñas? Mitsuki planeaba ir al baile- se rio con voz masculina la mujer mientras les mostraba el vestido a Akane y Kanade
-¿tiene algo de malo?- se quejo la peli violeta tratando de recuperar el vestido
-claro que tiene mucho de malo ¿para qué quieres ir? ¿Acaso quieres conquistar al príncipe?- se rio Akane
-¿Qué? ¿Tienes miedo de que te lo quite?- sonrió burlona Mitsuki desafiando a Akane
-¿Qué es eso? ¿Hablarle así a tu hermana? Que mala persona eres Mitsu-chan- la regaño Kazuma- creo que mereces un castigo- dicho esto, la mujer tomo el vestido y lo partió en dos mientras se reía junto a Kanade y Akane, Mitsuki se paralizo al ver el lindo vestido, el trabajo de su mejor amiga partido en dos, en cuatro, en ocho, y finalmente en innumerables pedazos que cayeron al suelo arrojados por Kazuma y pisoteados por Kanade mientras Akane se reía
-no tenias derecho a hacer eso…-murmuro la Oji purpura con la cabeza gacha
-¿Qué no tenía derecho? ¡Ja!- se burlo Kazuma- y para que no tengas tiempo de hacer otro- comenzó a decir la mujer mientras rompía cosas a su alrededor, masetas, muebles, cosas de cerámica, etc.- limpia este desastre en este instante-le ordeno a Mitsuki la cual aun no lograba procesar lo recién ocurrido- vamos niñas, ya va a ser la hora del baile- dicho esto las tres de fueron Mitsuki se arrodillo en el piso y comenzó a recoger los pedazos del destruido vestido, cuando de pronto, lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos
-yo… de verdad quería ver al príncipe… de verdad lo quería ver…- sollozo Mitsuki mientras abrazaba un trozo del vestido.
Rato después, Mitsuki estaba sentada en el patio, las tres brujas, como había comenzado a llamarlas, ya se habían ido, y se podía ver el palacio resplandecer desde donde ella estaba, sus amigas ratita estaba alrededor de ella, pero Mitsuki no parecía notarlo, ¿Por qué las tres brujas eran tan malas con ella? Jamás le había hecho daño a nadie, al contrario, siempre trataba de complacerlas
-no es justo…- se repetía muchas veces, entonces una brillante luz apareció frente a ella, la cual luego de unos segundos se aclaro y dejo ver a una chica, parecía de la edad de Mitsuki, su pelo era verde y sus ojos celestes, su ropa era verde claro y relucía esplendorosamente
-¿Qué haces aquí Mitsu-chan? deberías estar en el baile- sonrió la peli verde
-¿Cómo? ¿Quién eres tú?- pregunto Mitsuki sorprendida y confundida
-mi nombre es Kyoko, y soy tu hada madrina- comento la chica sonriéndole cariñosamente a Mitsuki
-¿hada madrina?-repitió Mitsuki sorprendida- wow, creo que ya estoy alucinando… bueno, respondiendo a tu pregunta, no puedo ir al baile, porque no tengo que ponerme, o como ir… además… ya no importa-
-¿no importa? No digas eso Mitsu-chan, claro que importa, tienes que ir a ver al príncipe-  exclamo sonriente Kyoko
-¿al príncipe? ¿Y porque le interesaría yo al príncipe? Después de todo… a nadie le intereso- se quejo la peli violeta con el ceño fruncido
-eso no es cierto, a mucha gente le importas, a tus amigas los ratones, a Tepuu, a tu padre, aunque no lo creas, a mí, a Kidou-sempai, y… el príncipe- comento Kyoko alegre
-¿al príncipe?-
-si, al príncipe-
Hubo un largo silencio, Mitsuki no terminaba de comprender si era un sueño o se había vuelto loca
-bueno, bueno, se hace tarde Mitsu-chan- exclamo la Ojiazul y extendió su mano a la de Mitsuki- tienes que prepararte para el baile- Mitsuki aun confundida tomo la mano de su nueva amiga y se puso de pie, Kyoko comenzó a rodearla
-creo que ya sé que hare contigo- sonrió complacida- pero primero el transporte- saco una varita mágica de su pelo señalo a una calabaza y sonrió cariñosamente- bibidi babidi bu- apenas dijo estas extrañas palabras mágicas la calabaza se convirtió en un carruaje blanco que relucía tanto como el palacio
-¿co-como hiciste eso?- pregunto Mitsuki sorprendida
-eso no importa ahora Mitsu-chan, ahora necesitamos un cochero, ¿Quién de tus queridas amigas se ofrece?- pregunto mirando a las ratitas, rápidamente, la ratita rosa, Megu comenzó a saltar- bueno, parece que ella se ofrece, entonces, tú serás el cochero, y las demás los caballos- sonrió el hada madrina y las señalo con su varita – bibidi babidi bu- rápidamente, Megu se convirtió en una chica vestida con traje y fue sentada en el lugar que ocupaba el cochero del carruaje, mientras que las otras ratas, Hikari, Yukiru , la callada de Nomichi y el único hombre Tokemo, fueron convertidos en caballos para el carruaje- listo, ¿Qué te parece Mitsu-chan?- le pregunto a la peli violeta la cual estaba en estado de shock
-es… emm… maravilloso- murmuro sorprendida
-pues qué bueno que te guste, ahora, lo mas importante, tu- sonrió Kyoko
-¿yo?- pregunto Mitsuki aun sin creerlo
-claro, el carruaje, el cochero y lo caballos poco importan si no estás tú, entonces, la pregunta es ¿quieres ir al baile, Mitsu-chan?- pregunto Kyoko mientras se acercaba a Mitsuki
-yo…- Mitsuki miro el carruaje, a sus amigas y luego el reluciente palacio-si, si quiero… quiero ir  al baile- sonrió convencida Mitsuki
-bien, entonces, te hare el traje prefecto, te veras muy linda, y, dado a que es un baile con mascaras…-
-¿mascaras?- la interrumpió Mitsuki
-si, fueron entregadas en la puerta, pero de seguro ya se acabaron, así que también te hare una- sonrió Kyoko y apunto a Mitsuki con su varita- bibidi babidi bu- dicho esto, una luz envolvió a Mitsuki y al aclararse apareció ella vestida majestuosamente, su pelo se había ondulado y era recogido hacia atrás por un pinche, usaba una máscara verde mar con cuentas verde turquesa y unos guantes de brazo entero color verde agua, y el vestido era maravilloso, de color verde turquesa y verde mar
-¿te gusta?- pregunto Kyoko admirando a su amiga
-me veo…muy bien…- murmuro Mitsuki mientras se miraba en un estanque de agua
-de seguro encantaras al príncipe- aseguro Kyoko y empujo a Mitsuki hasta el carruaje- suerte Mitsu-chan, oh, y mi magia solo dura hasta media noche, así que disfruta cada segundo-
-gracias Kyoko-chan- sonrió Mitsuki y se subió al carruaje- dime… ¿mi onii-chan te envió?- le pregunto a su hada madrina Kyoko guardo silencio por unos segundos y luego sonrió levemente sonrojada
-le mandare tus saludos- dicho esto desapareció, Mitsuki sonrió con sus ojos vidriosos y sintió que alguien le decía al oído “desásete del dolor de tus ojos” de seguro era la voz de Kyoko, su querida amiga que la había ayudado tanto
-vamos Megu- sonrió- al palacio-
-¡yeah!- rio Megu entusiasmada y el carruaje comenzó a avanzar.
En el baile, todos gozaban de la música y bailaban sin cesar, incluso Tepuu bailaba con el príncipe Masaru y de vez en cuando reía coquetamente, bueno, todos disfrutaban, menos el príncipe Josuke, estaba sentado en su trono bastante aburrido ya que aun no encontraba a la misteriosa chica que había visto esa mañana, tu traje era negro con detalles dorados al igual que su máscara.
-¿Por qué no vas a bailar hijo?- pregunto el rey a su fastidiado hijo, Josuke guardo silencio, entonces, desde una orilla vio entrar a un chica, de pelo violeta, vestido, mascara y guantes de distintos tonos de verde, al ver sus ojos supo inmediatamente de quien se trataba, era su misteriosa chica, sonrió complacido de que al fin haya llegado, se puso de pie y comenzó a caminar hacia ella, fue bastante difícil llegar hasta ella ya que un millón de doncellas le pedían bailar, pero él las rechazaba lo mas gentilmente que podía, hasta que al fin se encontraron, frente a frente.
-emm… un placer- hiso una reverencia el príncipe algo nervioso, Mitsuki lo siguió pero no dijo nada- ¿me permites esta piesa?- sonrió tímidamente Josuke y extendió su mano
-em. Se-seria un placer, majestad…- murmuro Mitsuki y miro la mano del príncipe
-¿majestad? ¿Cómo sabes que soy el príncipe?- pregunto Josuke sorprendido
-su pelo es el único del reino que es verde- comento Mitsuki “a excepción de Kyoko-chan”
- o claro, el pelo- se rio Josuke- bueno, entonces todos aquí deben saber que el príncipe te está invitando a bailar-
-y todos sabrán ahora que estoy rechazando al príncipe- sonrió Mitsuki y se dio media vuelta, pero Josuke tomo su mano para darla vuelta y luego la soltó
-po-por favor, solo una piesa ¿si?- suplico Josuke y volvió a extender su mano, Mitsuki la miro por largo rato, y luego, sin saber porque, tomo su mano
-solo… una…-murmuro y se acero a Josuke, el sonrió, sujeto de la cintura a su misteriosa chica y ambos comenzaron a bailar a la vista  de todos, bailaron por largo rato, hasta que un camarero los detuvo y les ofreció vino
-claro muchas gracias- sonrió Josuke mientras recibía las dos copas de vino y se las ofreció a  su compañera de baile, Mitsuki le recibió dio un pequeño sorbo y sonrió
-bueno, ya termino esta piesa de baile-hiso una reverencia- fue un placer bailar con usted su majestad-
-espera, ¿ya te vas?- pregunto Josuke sorprendido, esperaba que su compañera de baile se hubiera olvidado de esa condición
-así es, adiós su majestad- se despidió Mitsuki esperando a que el príncipe la siguiera, y así fue, pero hizo un mal movimiento y toda su copa de vino calló en el traje de Josuke
-oh, lo siento mucho yo…- se disculpo avergonzada
-no está bien- sonrió Josuke para tranquilizarla
-de verdad lo lamento yo…- se quedo en silencio ya que vio a las tres brujas acercarse “rayos” comenzó a caminar lo ma rápido que podía hacia la salida mientras Josuke la siguió hasta la terraza, ahí logro sujetar su mano para detenerla
-Hey, ¿Qué pasa? Pareces asustada- comento preocupado el príncipe
-es que vi a alguien a quien no quería encontrarme- se quejo Mitsuki y soltó su mano de la de Josuke
-¿se puede saber a quién?- pregunto el peli verde intrigado
- es una larga historia- replico la ojipurpura
-tenemos mucho tiempo- aseguro Josuke, Mitsuki sonrió y miro el reloj, 10 y media en punto
-no tanto- murmuro, entonces se escucho una canción diferente a la tocada dentro del palacio, parecía mágica, al oírla Mitsuki sonrió
-me encanta esa canción- comento, tomo la mano de Josuke y lo guio para que bailaran- ¿la conoces?-
-emm… se me hace conocida- murmuro Josuke siguiendo la melodía junto a su misteriosa compañera de baile
-Just like me, They long to be, Close to you- canto Mitsuki sonriente, Josuke le sonrió comenzó a tararear junto a ella, así pasaron unos 10 minutos interminables
-yo, te tenía una pregunta, desde que nos vimos esta mañana- se atrevió a decir Josuke
-dime- sonrió cariñosamente Mitsuki
-yo… me preguntaba ¿Por qué hay tanto dolor reflejado en tus ojos?- Mitsuki al oír esto rápidamente se aparto del príncipe y lo miro sorprendida “¿Cómo? ¿Se dio cuenta?”-desde esta mañana que me lo estoy preguntando, y ansió tener una respuesta-
-¿te acercaste a bailar con migo solo para obtener tu ansiada respuesta?- pregunto Mitsuki algo indignada luego de algunos segundos
-¿eh? bueno… si… digo- comenzó a decir Josuke, Mitsuki frunció el ceño, sujeto su vestido y comenzó a correr a dirección a  los establos, Josuke comenzó a seguirla pero un tumulto de mujeres lo acorralo.
En el establo Mitsuki acariciaba a un caballo
-¿Qué esperaba? ¿Qué hiciera esto por mí? ¿Qué me invitara a bailar porque se enamoro a primera vista de mí? Vamos Mitsuki ¿en qué mundo vives?, es imposible, el amor a primera vista no existe… y menos entre un príncipe y una plebeya, ¿cierto? Los cuentos de hada no existen- guardo silencio unos segundos- ¿Qué no existen? Pero… entonces ¿Cómo explicar la existencia de Kyoko-chan? o el hecho de que haya bailado con el hombre mas codiciado de todo el reino- suspira- valla, ¿quien me manda a meterme en tal problema?- abraza la cabeza del caballo, entonces, llega Josuke, al verlo Mitsuki frunció el ceño
-¿Por qué has venido al primer lugar donde te buscaría?-pregunto Josuke sonriendo a medias
- tal vez… quería que me encontraras- insinuó Mitsuki mientras acariciaba la cabeza del majestuoso caballo negro, Josuke la miro por largo rato, entonces se dio cuenta de que no solo quería verla de nuevo para responder la pregunta, había otra razón, y poco a poco iba descubriéndola.
-¿Te ha molestado alguna de mis acciones?- pregunto tímidamente el ojiverde mientras se acercaba a su compañera de baile
-puede ser…- murmuro Mitsuki y se subió al caballo- te reto a una carrera, de aquí al final del patio-
-¿estás segura? No me gustaría derrotar a mi pareja de baile- sonrió Josuke y se subió a un caballo blanco
-¿y cómo sabes que me ganaras?- lo desafío Mitsuki
-no lo sé, tal vez porque soy el mas veloz de todo el reino-  alardeo el peli verde
-eso es porque no me han visto montar- se rio Mitsuki- ¿está listo, su majestad?-
-claro-
-bien, prepárese para perder- dicho esto Mitsuki salió disparada como un rayo, y Josuke, luego de unos segundos de admirar como se alejaba comenzó a seguirla, luego de unos minutos de cabalgar se dio cuenta de que para su sorpresa Mitsuki se había detenido en una fuente de agua y miraba dentro de ella
-¿Qué paso? ¿Te rendiste? –sonrió el príncipe, pero al ver que Mitsuki no respondía se bajo de su caballo algo preocupado- Hey, ¿Estás bien?- toco su hombro y Mitsuki se sobresalto
-oh, lo siento, estaba en mi mundo-sonrió avergonzada la ojipurpura
-ya veo- susurro Josuke
-el dolor que hay en mis ojos- murmuro Mitsuki- hace tiempo, perdí a alguien que quería mucho… y desde que eso paso… me siento muy sola, además de que todos en mi casa, me humillan y me tratan como sirvienta, siendo que originalmente la casa es mía y de mi padre, también seria porque mi padre trabaja muy lejos, y hace dos años que no lo veo, puede… que eso es lo que ve en mis ojos su majestad, aunque, no pensé que alguien se diera cuenta- Josuke miro a su misteriosa chica por largo rato, ella miraba su reflejo en el agua algo entristecida, el príncipe se paro junto a ella y miro el reflejo de ambos en el agua
-preferiría que me llamaras por mi nombre- sugirió el peli verde
-no lo conozco lo suficiente para llamarlo por su nombre su majestad- le sonrió Mitsuki
-es increíble que puedas sonreír tan sinceramente a pesar del dolor de tus ojos- murmuro Josuke y luego sonrió- bueno, entonces tendré que hablarte de mí- se sentó a la orilla de la fuente y comenzó de hablar, Mitsuki se sentó junto a él y lo escucho atentamente y luego le hablo de ella, hablaron por varios minutos, tanto así que llegaron a conocerse el uno al otro como nunca habían conocido a nadie, y así estuvieron hasta que ya no tuvieron nada mas que decir.
-me gustaría saber el nombre de mi compañera de baile- comento Josuke al darse cuenta que sabía todo sobre su misteriosa chica menos su nombre
-tal vez sería mejor conservar el misterio- rio Mitsuki, Josuke le hiso coro
-¿Qué misterio? ¿No crees que se podría decir que te conozco mejor que nadie?- sonrió Josuke, Mitsuki se sonrojo y miro el cielo mientras el peli verde la contemplaba, miro sus ojos, los ojos de su bella chica misteriosa, no le gustaba ver que los ojos de su compañera de baile estuvieran tan tristes
-si me lo permites- murmuro y tomo las manos de Mitsuki- me gustaría borrar ese dolor de tus ojos-
-¿Borrarlo?- repitió Mitsuki
-así es, quiero ver tus ojos rebozar de felicidad, no de tristeza, por favor, mi chica misteriosa, ¿me permites… hacerte feliz?- ni el sabia de donde había sacado el valor para hacer tal pregunta la cual lo había hecho sonrojarse hasta las orejas, Mitsuki, igual de sonrojada no supo que decir, miro el reloj del palacio, faltaban apenas unos minutos para la medianoche, y Kyoko-chan le había dicho que su magia solo duraba hasta esa hora y que aprovechara cada segundo, entonces eso hiso, bastante decidida soltó una de sus mano de las de Josuke, sujeto su cara y lo beso, fue un beso rápido, que apenas duro unos pocos segundos, pero fue suficiente para que el corazón de ambos de acelerara hasta el punto de casi estallar y que sintieran un escalofrió por todo su cuerpo, cuando Mitsuki se aparto de él, se puso de pie, se subió al caballo negro y comenzó a cabalgar rápidamente hacia los establos y luego correr hacia la salida del palacio, pero cuando estuvo ya bajando las escaleras hacia la salida se puso a pensar ¿volvería a ver a su príncipe? ¿Y si él la busca? ¿Cómo podría encontrarla? Entonces se detuvo en seco al oír la primera campanada de las doce, miro hacia atrás y no vio a Josuke, de seguro las chica del baile lo habrían detenido, sonrió, levanto su pie y dejo caer una de sus zapatillas de cristal color turquesa “solo espero que me busque” miro el palacio unos segundos y luego siguió corriendo, poco a poco su hermoso vestido se transformo en su traje de sirvienta, y cuando llego al lugar donde había estacionado el carruaje vio que este había vuelto a ser una calabaza y los caballos y el cochero eran de nuevo ratitas
-valla- suspiro- supongo que tendremos que volver a pie- sonrió aun sonrojada por lo recién ocurrido. Ya en su casa, después de mucho caminar Mitsuki se recostó en su cama y miro el techo muy sonriente
-tal vez tu hada madrina debería haberte dado mas tiempo- se quejo Megu son señas
-no, el tiempo fue preciso- sonrió Mitsuki- además… siempre le agradeceré a Kyoko-chan por haberme ayudado tanto, y claro también a ustedes… solo espero…- se sentó y presiono sus manos contra su pecho- que el prin… que Josuke-kun me busque- suspiro.
Mientras, en la entrada del palacio el príncipe Josuke estaba sentado en el suelo con la zapatilla de cristal en la mano, estuvo serio unos minutos pero luego sonrió sonrojado
-al final… no supe su nombre- se quejo apenado y se rasco la nuca, entonces se escucharon unos gritos que se acercaban
-¡Josuke! ¡Josuke! ¿Dónde estabas?- era el Rey Yuu que ahora estaba parado junto a él- el baile ya está terminando y solo te he visto bailar con una chica, y después desapareciste- guardo silencio al ver lo que su hijo tenía en las manos- ¿y eso? ¿Qué es?-
- tienes que ayudarme a encontrar a la dueña de esta zapatilla padre- comento Josuke sonriente
-¿Cómo?- repitió el rey
- si quieres que algún día me case… tienes que ayudarme a encontrarla- se puso de pie y le mostro la zapatilla a su padre
-¿es de la chica con la que bailaste? ¿Con ella pasaste todo el tiempo?- pregunto sorprendido el rey
-así es- contesto el peli verde contemplando la zapatilla
-¡qué buena noticia! ¿Y cómo se llama?- se entusiasmo Yuu
-la verdad… no lo sé- se quejo Josuke
-¿no lo sabes? ¿Estuviste todo el tiempo con ella y no lo sabes?- lo regaño el rubio
-ya lo sé, pero… estuvimos hablando de otras cosas-
-¿y cómo piensas encontrarla si no sabes su nombre? Podría haber muchas chicas a las que les cupiera la zapatilla-
-ya lo sé, pero la reconoceré en cuanto la vea, te lo aseguro- sonrió Josuke suplicante a su padre- por favor papá, tienes que ayudarme a encontrarla- el rey miro a su hijo y luego sonrió
-está bien, mañana mismo iremos en busca de tu chica misteriosa- declaro el rey y Josuke lo abrazo en agradecimiento.
Al día siguiente, bastante temprano Mitsuki limpiaba el piso del pasillo que había fuera de su habitación mientras tarareaba la canción “Close to you” cuando de pronto las tres brujas se pararon frente a ella
-¿se les ofrece algo?- pregunto sonriente, nada podía arruinar su buen humor ese día
-ayer, fuiste al baile ¿no es así?- pregunto Kazuma
-¿al baile? Y como pude haber ido si no tenía ropa o carruaje para ir- continúo sonriendo Mitsuki y se puso de pie
-escúchame Mitsu-chan, no sabemos cómo lo hiciste, pero sabemos que estuviste ahí- Kazuma empezó a caminar acercándose a Mitsuki haciendo que esta retrocediera poco, quedando ella dentro de su habitación y las tres brujas fuera- hoy se ha anunciado que el príncipe está buscando a su chica misteriosa con una zapatilla de cristal- al oír esto Mitsuki sonrió esperanzada, su príncipe la estaba buscando- no sonrías así Mitsu-chan, crees que te dejaremos reencontrarte con tu príncipe ¡jamás!- grito
-¡jamás!- repitieron Akane y Kanade
- así que, para ahorrarnos problemas- comenzó a decir y saco una llave de su bolsillo- me temo que tendremos que encerrarte- dicho esto cerró la puerta sin que Mitsuki pudiera detenerlo
-¡espera! No puedes hacer esto- grito la ojipurpura zamarreando la puerta que ya había sido cerrada con llave- tiene que dejarme salir… por favor- sus ojos se llenaron de lagrimas y se dejo caer al suelo- Josuke-kun es mío… me está buscando a mi… no puede arrebatármelo… mi onii-chan me lo envió…- sollozo –no pueden quitármelo- comenzó a llorar, pero el sonido de un carruaje la sobresalto, se puso de pie y se asomo por su ventana la cual estaba cerrada, ahí vio el carruaje real y a Josuke, su príncipe bajándose de el
-Josuke… ¡Josuke! ¡Josuke-kun!- golpeo la ventana, pero Josuke no la oyo- no… y ahora ¿qué hago?- entonces Megu jalo del vestido de Mitsuki y señalo la otra ventana que daba al patio- quieres…. ¿Quieres que salga por esa venta?- Megu asintió, la peli violeta miro hacia la ventana por unos segundos y luego frunció el ceño decidida, se acerco a la ventana y vio una especie de repisa que había fuera de ella, salió por la ventana y se paro en la repisa, comenzó a caminar hasta la enredadera que cubría
 La mitad de la pared, al llegar al final de la enredadera se dejo caer sobre el lodo que había abajo
-Ouch- exclamo y se puso de pie, estaba completamente llena de lodo- no importa, tengo que ver a Josuke-kun-
Mientras, dentro de la casa, Josuke estaba bastante incomodo viendo como uno de sus sirvientes le probaba la zapatilla a Kanade, la cual era demasiado pequeña para el pie de Kanade
-¿Qué? Es imposible, esa zapatilla esta defectuosa- se quejo
-bueno, ahora siga con Akane- sugirió Kazuma, el sirviente obedeció, y resulto que la zapatilla si le cabía a Akane
-¡me queda! ¡Yo soy la que bailo con usted su majestad!- grito entusiasmada Akane
-emm…- Josuke la inspecciono con la mirada- no creo que seas tú-
-pero al zapatilla le quedo- se quejo Kazuma
-ya lo sé, pero… eso no basta… supongo que aquí no vive mi chica misteriosa, a menos  que haya alguien mas- suspiro Josuke y miro la escalera como si estuviera esperando a que alguien bajara, entonces, una chica completamente llena de lodo entro a la habitación por la puerta de servicio
-¡Mitsuki! ¿Qué haces aquí?-pregunto sorprendida/o Kazuma
-yo… me preguntaba si podría probarme la zapatilla- comento jadeante Mitsuki y se acerco a Josuke, él la miro detenidamente, sobre todo sus ojos, entonces sonrió
-no es necesario, ¿Eres tú no es así?- se acerco a Mitsuki y esta se sonrojo
-no, no puede ser ella, ella no fue al baile- gruñeron Kanade y Akane
-eres tu ¿cierto? Tu eres mi chica misteriosa- exclamo Josuke entusiasmado y tomo las manos llenas de lodo de Mitsuki, ambos ignoraban completamente lo que sucedía a su alrededor
-puede que lo sea su majes… digo, Josuke-kun, pero va contra las reglas que no me pruebe la zapatilla- sonrió coquetamente Mitsuki, Josuke tomo la zapatilla, se arrodillo frente a Mitsuki la cual levanto su pie y le coloco la zapatilla, Josuke sonrió mas entusiasmado, se puso de pie y abrazo a Mitsuki
-sabia que eras tú… me basto solo con ver tus ojos- murmuro- asi que, te llamas Mitsuki-
-así es- respondió Mitsuki y le correspondió el abrazo
-ayer… no respondiste a la pregunta que te hice- insistió Josuke
-me encantaría que me hicieras feliz, Josuke-kun- dicho esto Josuke la beso, en el fondo, muy en el fondo de el salón se escuchaban los gritos y quejas de las tres brujas, pero ¿Qué importaba? Josuke y Mitsuki se habían reencontrado, y de seguro nada los podría separar. Y así fue, al poco tiempo se casaron, y… vivieron felices para siempre… fin~
Entonces Mitsuki, en el campamento despierta sobresaltada, se sienta y sujeta su cabeza, junto a ella despierta Akane quien la mira preocupada
-¿sucede algo Onee-chan?- le pregunto a su hermana
-¿eh? no nada, es solo que tuve un sueño muy extraño- comento la peli violeta aun algo aturdida
-¿a si? ¿Qué fue lo mas raro?- pregunto intrigada la peli fucsia, Mitsuki guardo silencio, pensó en responder que Josuke era un príncipe, que Yuu era su padre y Masaru su hermano, que Kazuma era una especie de mujer y su madrastra, que ella y Kanade eran sus hermanas malvadas, que Megu, Hikari, Yukiru, Nomichi y Tokemo eran ratitas, que Tepuu supiera hacer vestidos, que existiera una saga de libros de Pokemon, que Kyoko fuera un hada madrina enviada por su onii-chan o que su sueño fuera una parodia de “La Cenicienta” pero finalmente respondió
-estaba usando vestido- sonrió y Akane rio
-ay Onee-chan, duérmete- rio la ojicafe, se dio media vuelta y continuo durmiendo, Mitsuki sonrió, tomo un espejo y se miro en el
-¿de verdad en mis ojos se ve el dolor que he sufrido?- se pregunto a sí misma y luego salió de la carpa…
Fin ^^ Perdón si hay alguna falta de ortografía ^^U aunque lo releí varias veces.. ahora un pequeña explicación, esta es solo una parte de un gran fic que habla de sueño que tienen que ver con cuentos de hadas de Disney :) ojala les haya gustado (si es que alguien lo lee  u.uU)
(la chica de pelo verde que esta en medio no la hice yo la hizo mi amiga ^^ (Dx edita mucho mejor que yo)
PEACE >wOb

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